Hay muchas cosas que decir sobre el cambio climático. No dejo de tener la sensación de que cada vez hablamos a un público más comprometido y listo para dar los pasos necesarios para adaptarnos y salvar vidas. Sabemos lo que está ocurriendo, especialmente en Estados oceánicos, en los que la superficie terrestre es menor que la acuática. Sabemos los efectos que tiene el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que se ha agravado con las actividades humanas y la alteración de los sistemas de nuestro planeta.

¿Qué podemos hacer frente a esto? Vamos a resumirlo en cinco acciones que considero que pueden resultar eficaces:

  • Proteger los humedales costeros
  • Fomentar los beneficios de la agroforestería sustentable
  • Descentralizar la distribución de energía
  • Asegurar los derechos sobre la tierra de los pueblos indígenas
  • Mejorar el transporte colectivo

 

Proteger los humedales costeros​

No podemos negar que los bienes y servicios ambientales que ofrecen los humedales costeros constituyen un sustento muy importante para el ser humano. La captura de carbono, la retención y purificación del agua o la diversidad son solo algunos de los servicios que ofrecen los elementos bióticos y abióticos de este tipo de ecosistema. También aportan materias primas y otros bienes como la madera, animales y plantas destinados a la alimentación o la protección de las costas, que tienen un valor incalculable en los sistemas (económicos) humanos. Designar los humedales como zonas protegidas y manejarlos de forma meticulosa hace posible que estos ecosistemas sean productivos para la sociedad humana y para su propio valor intrínseco.

 

Fomentar los beneficios de la agroforestería sustentable

Se conoce como agroforestería al desarrollo de la agricultura sin alterar la cubierta vegetal del paisaje. En pocas palabras, es cultivar pensando en la naturaleza. Al restaurar ambientes alterados por las personas, se recupera la productividad que se había perdido al aplicar otras maneras de cultivar más rigurosas. Los beneficios específicos de la agroforestería son la protección frente a fenómenos meteorológicos extremos del suelo, los animales, los cultivos y los hogares o la purificación natural que mejora la calidad del agua. Además, esta modalidad de agricultura genera empleo e ingresos, produce bienes como comida y materias primas y mejora el hábitat de los polinizadores. Es imprescindible tener en cuenta el estado del suelo y los aspectos hidrológicos. Para la agroforestería se debe recurrir siempre que se pueda al conocimiento de los pueblos indígenas.

 

Descentralizar la distribución de energía

En muchas naciones de nuestra región, la energía es escasa, cara y poco fiable. Ahora más que nunca, debemos perseguir una producción y un consumo de energía sustentables. Se debe dar prioridad a las fuentes renovables y a la tecnología necesaria para implementarlas con eficacia. En muchas naciones, el primer paso es el cambio en la legislación que permita vivir fuera de la red a quienes quieran autoabastecerse. A su vez, compartir esa energía cuando exista un superávit que se pueda emplear con cualquier otro fin plantea una gran oportunidad. La tecnología está en expansión; somos nosotrxs quienes tenemos que querer emprender este cambio.

 

Asegurar los derechos sobre la tierra de los pueblos indígenas

La globalización de la población humana y la sórdida historia de la colonización, que aún sigue explotándose en la actualidad, ponen de manifiesto que los pueblos indígenas de todo el mundo habían construido sociedades en conjunción con la naturaleza que se vieron alteradas. Su conocimiento y sus prácticas supondrían un relevante valor añadido en el trabajo necesario para la adaptación. Proteger los derechos sobre la tierra de estos pueblos les ofrece seguridad para que puedan hacer inversiones a largo plazo en esa misma tierra. Además, garantizar la propiedad es fundamental a la hora de proteger los bosques existentes frente a agentes externos, especialmente en el caso de aquellos que manejan los pueblos indígenas, que almacenan gran parte del carbono mundial.

 

Mejorar el transporte colectivo

El transporte colectivo en el Caribe se basa principalmente en los combustibles fósiles de una manera u otra. Este transporte puede ofrecerse mediante autobuses o vehículos más grandes y menos eficientes porque su mantenimiento no siempre es el más eficaz. En primer lugar, hay que ofrecer otras fuentes de energía que sean renovables y sustentables. A continuación, se debe poner en práctica la transición a un mejor sistema de transporte colectivo. En entornos urbanos, la adaptación se puede integrar en la movilidad local y en la organización del tráfico. Esta adaptación afecta tanto a la infraestructura de transporte (carreteras o líneas de ferrocarril) como a aspectos operativos y servicios (planificación de rutas, planes de contingencia o sistemas de información en tiempo real). Las iniciativas que tengan por objetivo reducir la demanda de nuevas infraestructuras de transporte también deberían considerarse acciones complementarias de adaptación.

 

Las soluciones están listas para que las apliquemos; solo necesitamos un mejor manejo. De nosotrxs depende ejercer presión para que quienes toman las decisiones hagan realidad estos cambios. Para ayudar a que esto ocurra, la Red Caribeña por el Clima te invita a que compartas la Declaración de Adaptación Climática con tu gobierno local y les pidas que se comprometan a llevar a cabo cambios reales y tangibles. Únete a la lucha aquí. Regístrate y comparte con tu comunidad.

FacebookTwitter