Soy Jessy Alexander BECIUS. Vengo de Haití. Nacida y criada en el campo, nunca dejo de soñar con la vida infantil en este entorno. Levantarse con mi hermano mayor para vagar por el campo aún cubierto de rocío y cuidar el rebaño de mi madre, jugar al escondite en el campo de yuca de mi padre y beber agua fresca del canario después de un día de aventuras eran mi vida diaria. Las temporadas de cosecha marcaron nuestras vidas cuando la lluvia cayó justo a tiempo para bendecir nuestro matrimonio con la tierra. Y, para conservar esta herencia, estudié agronomía. Pero ya sabes, esta preciosa conexión está empezando a desmoronarse bajo el impacto de la crisis climática.

Por ejemplo, en el campo de yuca de mi padre sólo quedan unas pocas plantas solitarias, la diversión y los juegos de la infancia se han convertido en un recuerdo lejano. La cosecha se vuelve cada vez más difícil, el ganado de la madre desaparece y el campo se convierte en una sabana árida. La lluvia se vuelve terriblemente escasa y tenemos dificultades para sacar agua del manantial para saciar nuestra sed.

Observo un futuro casi incierto para estos seres y estas cosas que tanto amaba. Por eso quiero verlos más resilientes frente al cambio climático. Ayudé a mi familia a construir un tanque de almacenamiento de agua de lluvia para ayudar a combatir la sequía, pero aún no es suficiente. Muchas otras familias rurales experimentan la misma desesperación que nos hace comprender la necesidad de actuar con urgencia.

Así que únete a nosotros para hacer oír nuestra voz y apoyar a estas familias que, a pesar de su inocencia ante la crisis, lamentablemente están sufriendo sus consecuencias.

FacebookTwitter